El girasol de la campaña 2024/25 cerró una cosecha de 5 millones de toneladas y una superficie sembrada de 2,2 millones de hectáreas, de acuerdo a una estimación de la Secretaría de Agricultura. Con respecto al ciclo previo, la producción de esta oleaginosa aumentó un 28,2% en volumen y un 15,8% en el área implantada.
Este nivel de producción se ubica entre los mejores registros del cultivo y para encontrar un registro superior hay que remontarse a la campaña 1999/2000, que alcanzó las 6 millones de toneladas. El récord histórico para el girasol fue en 1998/99, cuando la cosecha llegó a 7,1 millones de toneladas.
“Además del aumento del área, se registraron rendimientos de buenos a muy buenos a nivel país, de 22,8 quintales por hectárea”, explicaron desde la cartera agropecuaria. Al discernir por provincias, Buenos Aires encabezó con 1,1 millones de hectáreas, seguida por La Pampa (283.500 hectáreas); Santa Fe (268.237 hectáreas y Córdoba, con una superficie de 231.042 hectáreas.
Durante la campaña, el cultivo presentó una muy buena performance y la cosecha comenzó sin problemas, para luego presentar demoras en el avance a partir de las lluvias registradas en el mes de marzo.
El volumen precipitado, sobre todo en las zonas centro y sur de la provincia de Buenos Aires, provocó anegamientos en lotes y caminos rurales, afectando la circulación de la maquinaria”, reconocieron desde Agricultura. Pero más allá de estos obstáculos, el girasol pudo cerrar una de sus mejores campañas.
Este buen momento del cultivo se refleja al analizar los números de la industria vinculada a este cultivo. De acuerdo al último Monitor Agroindustrial elaborado por la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), la molienda de girasol en marzo de este año creció un 22% mensual y acumuló 372.000 toneladas.