Al momento de analizar los hábitos de consumo de carnes en Argentina, una idea que suele repetirse es que el consumo decayó. En los últimos años, la realidad indica que los cortes vacunos cedieron su rol protagónico a otros sectores que dejaron de ser una alternativa, como el caso de la carne aviar.
En este contexto, en los últimos 25 años, el complejo avícola creció de manera sostenida y compite cabeza a cabeza con la carne bovina en los mostradores. Las estadísticas permiten corroborar esta tendencia: no cae el consumo de carnes, solo varían los porcentajes.
Un informe elaborado por el Ieral de la Fundación Mediterránea, analizó en detalle este tema y como punto de partida, englobó a los 12 países de mayor consumo de carnes a nivel mundial, contabilizando bovina, aviar y porcina.
En este ránking, Argentina ocupa el segundo puesto, con un consumo global de 116 kilos, divididos en 52 kilos de vacuno, 47,3 de aviar y 16,7 de porcina. El listado lo encabeza Estados Unidos, con 120 kilos y más lejos siguen Australia, con 100,7 kilos anuales y Brasil, con 96,7 kilos.
Uno de los datos más relevantes de este informe es que, si bien el consumo de carne vacuna retrocedió, Argentina es el mayor consumidor a nivel global en ese rubro. En el caso del pollo ocupa el tercer puesto global y en carne porcina, el 11°.
Al momento de medir la ingesta de carne bovina, el segundo puesto corresponde a Estados Unidos (37,8 kilos), seguido de cerca por Brasil, con 35,7 kilos.
QUE OPINAN LOS FRIGORÍFICOS
Las entidades del sector frigorífico vacuno también coinciden con esta mirada, como el caso de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra).
El presidente de la entidad, Daniel Urcía, explicó que nuestro país es un consumidor récord a nivel global de proteína animal y destacó que en la actualidad, hay nuevas tendencias y hábitos de consumo, en relación a los últimos 40 años.
“Durante las últimas semanas se habló de la disminución del consumo de carnes. Vamos a explicar por enésima vez que en Argentina se consume de manera récord mundial casi 120 kilos por habitante al año de proteína animal. También diremos que en el siglo XXI hay nuevas tendencias y hábitos de consumo, distintos a los que había 40 años atrás”, consideró.