El inicio de la campaña 2017/18 emite muy buenas señales en relación al cultivo de trigo, que según estimaciones privadas podría superar las 6 millones de hectáreas de área sembrada. Desde el INTA Oliveros analizaron las perspectivas para este cultivo, y explicaron que la inclusión de trigo y maíz en la secuencia de cultivos, además de mejorar el balance de suelos, rinden un 10% más en rotación que si se trabaja en monocultivo.

El control de malezas es un punto sensible para el cereal. En este sentido, los profesionales del INTA remarcaron que pueden ocasionar pérdidas en trigo entre un 20 y un 30%. Como práctica de manejo, recomendaron un control temprano, en barbecho previo a la siembra con herbicidas para eliminar vegetación emergida. Eventualmente, la participación de un herbicida residual podría ser de utilidad a fin de evitar nacimientos futuros, también previo a la implantación.

Para los tratamientos de post-emergencia existen opciones diversas, algunas restringidas en cuanto al espectro, tal como los herbicidas hormonales o combinaciones de estos con metsulfurón metil, que sólo alcanzan a malezas de hoja ancha.

En el contexto actual de problemas de malezas, es importante considerar la integración de los herbicidas con métodos culturales de control, tal como las rotaciones y/o los arreglos espaciales competitivos. En este sentido, se han detectado cultivares de trigo capaces de competir ventajosamente con las malezas.

Considerando que la intención de siembra puede seguir creciendo, los precios futuros seguirán respondiendo a la baja. En la planificación tranqueras adentro, obtener el precio objetivo del trigo 18/19 es una información clave que facilitaría la toma de decisiones comerciales para generar una rentabilidad positiva.

Las posibilidades de suba de los precios futuros de hoy están ligadas a los volúmenes a exportar (se proyectan en crecimiento) y a los precios internacionales que están a igual nivel y algo por encima de los precios futuros locales. Cubrir precio a cosecha con futuros y opciones de futuros, así como acotar costos de la próxima implantación, debe ser parte de la planificación comercial.