A partir de una serie de factores domésticos y vinculados al comercio exterior, José Quintana -director de la consultora Economía Láctea- estimó que la actividad de la lechería en Argentina afrontará un 2025 con viento a favor. Según el especialista, la apreciación del peso argentino ha generado un entorno favorable para la comercialización interna, que tradicionalmente ofrece mejores precios en otoño e invierno.
Este año, el mercado interno ha mantenido su competitividad incluso en primavera, desafiando las tendencias habituales. Según datos de septiembre del Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (Siglea), el precio promedio de la leche fue de $426,1 por litro, aproximadamente U$S 0,43.
A pesar de la escasez de leche, algunas industrias exportadoras han priorizado mantener a sus clientes internacionales, un cambio importante en el enfoque del sector.
Al pensar en la producción y demanda, para el proximo año, Quintana anticipó una leve recuperación en la producción de leche para 2025, con volúmenes similares a 2023, unos 11.325,6 millones de litros. Si el plan económico del Gobierno sigue su curso, también se espera una recuperación gradual en el consumo interno.
En los mercados internacionales, los precios de la leche en polvo son sólidos. Además, el contexto geopolítico ha impactado a otros exportadores como Nueva Zelanda, que enfrenta dificultades para exportar a Argelia debido a los altos costos de seguros de fletes.
Esto ha beneficiado a Argentina, que ha aumentado sus exportaciones de leche en polvo a Argelia. En general, la demanda en la región sigue fuerte, con Brasil como un comprador clave y precios del Mercosur superiores a los de Oceanía.