En un informe elaborado por CREA, advirtieron que además del escenario desfavorable de precios, el productor argentino también está condicionado por el contexto local. “El porcentaje del precio internacional que percibe el productor es 52% en soja y 65% en el cereal y la política cambiaria y tributaria condiciona la competitividad del negocio agrícola”, señalaron.
A nivel global, la comercialización de grano no muestra señales de revertir la tendencia de precios deprimidos. Con producción elevadas, los principales compradores mundiales están retraídos y generan una mayor acumulación de stock, lo que enfría el mercado y mantiene deprimidos los precios.
“Con Brasil siendo el principal proveedor de China, podrían esperarse algunas oportunidades dependiendo de los resultados y negociaciones comerciales de Estados Unidos”, estimaron. De acuerdo a la entidad, las proyecciones iniciales para el ciclo 2024/25 describen un escenario difícil.
En el caso del maíz, el precio de indiferencia está por encima del valor del mercado en el 62% del área proyectada, mientras que en soja llega al 33% del área estimada. “El comportamiento de los precios, la evolución del clima y sanitaria, y el contexto local, serán fundamentales para confirmar la intención de siembra y nivel de inversión en los cultivos”, destacaron.
“El ritmo de compra de los insumos para la gruesa está en niveles mínimos, siendo el nivel de precios y sus relaciones y el contexto local, factores que influyen en la decisión de compra e inversión en la tecnología de los cultivos”, agregaron desde CREA.