La presión fiscal impacta en toda la cadena de valor agroindustrial y mientras las entidades que representan a los productores reclaman por el fin de las retenciones y otras medidas para aliviar la carga de impuestos, los consumidores también sufren este problema al momento de comprar alimentos.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) actualizó el informe que realiza dos veces al año sobre la carga impositiva que presentan tres alimentos básicos en la canasta familiar argentina: la leche, el pan y la carne. El resultado fue por demás concluyente: una cuarta parte de su precio de venta son impuestos, un valor similar al que la entidad midió a fines del año pasado.
Al profundizar su análisis, el estudio mostró que, desde el campo a la mesa, el precio de la leche se multiplica por cuatro y el del trigo por diez. En el caso de la leche -a nivel cadena productiva- el 63% son costos de producción, 10% es el resultado y un 27% son impuestos.
En tanto, del total que paga el consumidor por kilo de pan francés, el trigo representa el 10%, el molino el 4%, la panadería el 59% y los impuestos el 27%. También es posible observar cómo está compuesto ese importe, en el estudio se detalla que el 48% son costos, el 27% impuestos y el 25% ganancias.
Por último, en el caso del kilo de carne, la cría representa el 26%, el feedlot 31%, frigorífico 4%, carnicería el 15% y los impuestos el 24%.