En el Mercado de Liniers ingresaron 5.732 animales, para alcanzar poco más de 22.000 cabezas en todo el período.
En los corrales se pudo encontrar la calidad y terminación que no se hizo presente en las jornadas precedentes. La demanda, con la expresión inevitable "la calle está dura", llevó lo que pudo, salteando lotes por los que, hace un par de meses, se disputaban ferozmente por las marcas que garantizaban un mayor rinde.
Los novillos recuperaron un 5%, los novillitos y las vacas no sufrieron modificaciones sustanciales, las vaquillonas mejoraron solo para el renglón de las más livianas y los toros no sufrieron quebrantos en el orden del 5%.
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