En un enero con elevadas temperaturas y escasas lluvias, se desataron incendios forestales en La Pampa y Mendoza, que en conjunto afectó una superficie cercana a las 300.000 hectáreas. En el caso de esta última provincia, se vieron afectadas 130.000 hectáreas, de acuerdo a estimaciones oficiales. Con caso todos los focos controlados, en breve comenzará el recuento de daños y el Gobierno provincial evaluará los pasos a seguir para asistir a los productores afectados.
En el programa Mercadovisión, que se emite por la pantalla de Canal Rural, el secretario de Ambiente mendocino Humberto Mingorance repasó la situación y destacó que se encuentra bajo control entre un 85 y 98% del perímetro afectado, que abarca unos 400 kilómetros cuadrados. “Es probable que hoy quede controlado y se atacarán los focos restantes. En incendios de campo trabajan brigadistas y maquinaria pesada, son campos extensos y hay 130.000 hectáreas afectadas”, detalló el funcionario.
Más allá de los efectos propios de las elevadas temperaturas, el secretario remarcó que los productores deben estar atentos a verificar el estado de las picadas cortafuegos, y también reconoció que en algunos casos existen rutas con escaso mantenimiento.
En relación con los pasos a seguir, Mingorance explicó que el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, declaró la emergencia agropecuaria. “Comenzarán los relevamientos, sus resultados se incorporarán a la emergencia y veremos de qué manera se traslada la ayuda”, sostuvo. El funcionario agregó que se evalúan tres alternativas para auxiliar a los productores: ayuda económica, materiales para recuperar infraestructura o beneficios impositivos.
Los productores mendocinos destacan la tarea del Gobierno provincial en el marco de los incendios forestales, pero advierten que frente a la delicada situación que atraviesan las economías regionales, la rebaja impositiva sería un paliativo y el gobierno deberá implementar una ayuda económica.
En paralelo y a diferencia de los productores mendocinos, en La Pampa se han registrados pérdidas de rodeo bovino y de infraestructura. En el caso de la provincia de Buenos Aires, y de acuerdo al ministerio de Agroindustria nacional, se vieron afectadas unas 3.610 hectáreas en Bahía Blanca, Torquinst, Villarino, Tres Arroyos y Coronel Pringles.