Por Andrés Lobato
En la recta final del año, la gobernadora María Eugenia Vidal empezó a delinear su Presupuesto 2018, que en el apartado fiscal anticipaba un aumento del 50% en el Impuesto Inmobiliario Rural. Alertadas por esta situación, las entidades gremiales del ruralismo bonaerense iniciaron un raid mediático, en el cual dejaron en claro su disconformidad ante lo que consideraron una suba excesiva.
Durante la etapa previa a la votación del borrador, CARBAP fue un activo protagonista en esta cruzada, en el cual dejaron bien claro dos conceptos. Por un lado, que no tendrían problemas en absorber un incremento, pero más acorde a la evolución de la inflación. Y el otro tema es el, cada vez mayor, descontento de los productores, desde Carmen de Patagones hasta Pergamino. “La gente está agotada, hasta un 30% se hubiera aceptado pero sienten que se les faltó el respeto”, sintetizó Matías de Velazco, presidente de CARBAP.
En el marco de la reunión del Consejo Directivo de la entidad, que se llevó a cabo el jueves 30 de noviembre en la localidad bonaerense de Trenque Lauquen decidieron, al menos por ahora, no llevar a cabo medidas de protestas. El clima del encuentro fue tranquilo en líneas generales, pero entre los asistentes imperaba una sensación de desconcierto ante algunas actitudes del oficialismo. “No entienden al sector” fue una de las frases que más se escuchó entre los dirigentes.
Como estrategia, apuntarán a reunirse con las esferas altas de la gobernación bonaerense para exponer su postura frente al alcance de la reforma impositiva. La intención de los ruralistas es sentarse con el jefe de Gabinete provincial, Federico Salvai. “Tenemos que definir nuevos interlocutores por parte del gobierno, esta es una película que todavía no termina”, señaló De Velazco. En esta batería de medidas de baja intensidad, también se volcarán a las que denominaron campañas de esclarecimiento, para exponer ante la opinión pública el alcance de la reforma impositiva para esta cadena de valor.
Así, la relación entre el ruralismo bonaerense y la gobernadora Vidal tendrá un final de año de aguas calmas. Pero en el corto plazo, y de mantenerse la intransigencia del gabinete provincial, habrá que seguir de cerca cual será la reacción de los productores bonaerenses, cuando en febrero 2018 empiecen a recibir las boletas de ARBA con sus valores actualizados.