En los últimos días, el Gobierno nacional negoció en Estados Unidos el ingreso del biodiesel argentino a ese mercado, en el marco de acusaciones de dumping y por asimetrías en los derechos de exportación entre aceite de soja y el biodiesel. Con la llegada a la presidencia de Donald Trump, las políticas en materia exterior de la Casa Blanca dieron un fuerte giro proteccionista.
Finalmente los norteamericanos fijaron un arancel de importación para este producto del 72%, que torna inviable su ingreso. De esta manera, Argentina pierde un negocio que significaba para esta industria ventas por 1,5 millones de toneladas y una facturación cercana a los 1.300 millones de dólares.
Desde la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) emitieron un comunicado en donde repudian de manera categórica esta medida, implementada por el Departamento de Comercio de Estados Unidos. “Esta nueva protección se suma a los derechos antidumping provisorios, por lo que actualmente la barrera arancelaria de Estados Unidos contra el biodiesel argentino es más del 130%”, señalaron desde la entidad.
Los negociadores argentinos, encabezados por el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Horacio Reyser y el Secretario de Comercio Miguel Braun buscaron destrabar ese conflicto. En este sentido, ofrecieron al Departamento de Comercio norteamericano ajustes en la cantidad y precio de los envíos, pero el fuerte lobby de los productores americanos terminó de cerrar las puertas.
“Esta decisión desmesurada, adoptada arbitrariamente y sin sustento técnico ni comercial, confirma el cierre del mercado norteamericano para los envíos de biodiésel argentino,” advirtió Luis Zubizarreta, presidente de CARBIO.
En este escenario, los fabricantes argentinos de biodiésel analizan en estos días su descargo para llevar el caso ante la OMC. Si bien esta situación constituye un duro golpe, Europa -al menos por ahora- absorbe el saldo exportable de este biocombustible. Pero desde el Viejo Continente preparan el contraataque, y es muy probable que en los próximos días se conozca alguna medida similar a la adoptada por Estados Unidos, en relación a las asimetrías en los derechos de exportación entre el producto y su materia prima.