Los ovejeros estamos tristes por la partida del Ing. Paz, aunque su legado permanecerá con nosotros para siempre. Un legado cargado de enseñanzas y logros. De familia lanera y profesión ingeniero agrónomo por muchos años fue catedrático de ovinos de las Facultades de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires y de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina. Fue distinguido como académico por la Academia Nacional de Ciencias de la Empresa y destacado dirigente rural. Fue presidente de la Asociación Argentina Criadores de Corriedale (AACC), presidente de la Asociación Argentina Criadores de Merino (AACM), vicepresidente de la Federación Mundial de Merino, vocal de la Federación Lanera Argentina, jurado de las razas Merino y Corriedale, presidente de varias sociedades ganaderas, asesor de empresas ganaderas y asesor externo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Más allá de esos títulos y cargos lo recordaremos por su vocación innovadora y por su vocación docente. El Ing. Paz fue fundador del primer centro de inseminación artificial y transferencia de embriones ovinos de la Argentina. El laboratorio instalado en “San Julio”, era su orgullo y cobraba real sentido cuando lo podía llenar de estudiantes y amigos. Un cartel a la entrada del laboratorio, en memoria a su madre, reza “Inteligencia, Constancia, Dedicación y Limpieza”, virtudes que por cierto el Ing. Paz tenía.
La primera evaluación genética de carneros por prueba de progenie del país se realizó en “Leleque” uno de los campos de su sociedad en esa época. De hecho, el Ing. Paz fue fundamental en el diseño del Servicio Nacional de Evaluación Genética de Ovinos “Provino”. No solamente fue pionero en su aprovechamiento, sino que con sus críticas y propuestas permitió su ajuste y difusión. Del mismo modo fue instrumental para el Programa Merino Puro Registrado de la AACM. En “Tecka” otro campo de su sociedad se realizó el primer curso formal de clasificación de Merino del país.
Fue pionero en muchos otros aspectos ofreciendo animales para ensayos y participando de la discusión de resultados de investigación. En ese sentido el Ing. Paz era un observador agudo, hacía las preguntas difíciles y tenía las propuestas originales. Representó al país ovejero en congresos mundiales de las razas Corriedale y Merino y en otros eventos donde se ganó el respeto de propios y ajenos. Alberto, quienes tuvimos la suerte de ser tus compañeros de ruta te vamos a extrañar con admiración y cariño.
Hasta siempre.
