La reducción del peso de faena en hembras implementada por el gobierno nacional divide las opiniones en la cadena comercial de la carne bovina. La medida, efectiva desde el 1° de abril establece que hasta el 1° de julio, el peso mínimo de faena será de 260 kilos.

Desde la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) se manifestaron de acuerdo con esta medida. Según el presidente de la entidad, Daniel Urcía,”la productividad del rodeo aumentará por los estímulos al engorde de novillos y no por políticas restrictivas”.

Desde su perspectiva, la baja en el peso de faena de hembras “no va en contra del objetivo de aumentar el peso medio de faena y por eso no hay que caer en esa confusión”. El directivo también destacó la problemática del comercio minorista.

Urcía destacó la medida implementada por ARBA, el ente recaudador bonaerense. “Para este año redujo significativamente la alícuota para las comercios (carnicerías) y generalizó la percepción para con todos los operadores mayoristas (matarifes abastecedores) con alícuotas inferiores a las que se aplicaban”, analizó.

 Ante esta situación, el tituñar de FIFRA explicó que el sector llevó una propuesta a las autoridades, la de anticipar el pago de los impuestos IVA e IIBB del comercio minorista al momento de la faena. Este mecanismo sería novedoso, pero implicaría que las carnes (medias reses o cortes) luego de la faena en su valor tendrían incluida la carga tributaria y de esta manera se evitaría la comercialización desleal, facilitando así el blanqueo de los comercios.