En los últimos días, Estados Unidos vuelve a sonar en el rubro importaciones agrícolas. La semana pasada, mientras las cifras de producción sojera siguen en caída libre, trascendió que se traerán desde ese país unas 240.000 toneladas de soja.

En el caso de esta negocio puntual, debe analizarse en el escenario de una industria que demanda materia prima, y se tratará de negocios puntuales. Si bien la noticia causó impacto por el protagonista, la realidad es que el mayor proveedor argentino es Paraguay.

La semana pasada, el gobierno nacional informó que se habilitó el ingreso de carne norteamericana, tras aprobarse los protocolos sanitarios para la importación de este producto, “Los establecimientos contaban con todos los requisitos para poder exportar a Argentina", informaron fuentes gubernamentales en un comunicado de Télam.  

En diálogo con delsector.com, el presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP) reiteró su posición contraria a esta medida, que desde su perspectiva constituirá un duro golpe para los productores argentinos.

“En Estados Unidos, el precio del cerdo bajó 40 centavos de dólar, y tienen la necesidad urgente de colocar esa carne”, estimó Uccelli. En relación al impacto económico que tendría en Argentina, el directivo advirtió que de los “4.600 establecimientos que hay en Argentina, creemos que unos 2.000 pueden cerrar”.

A esta cuestión, se suma la posibilidad del ingreso del Síndrome Respiratorio Reproductivo Porcino (PRRS). En la actualidad, solo cuatro países ostentan el grado de libres de esta enfermedad: Australia, Nueva Zelanda, Finlandia y Argentina. Si bien el SENASA comunicó que los establecimientos norteamericanos que venderán esta carne a nuestro país están libres de PRSS, Uccelli vaticinó que el ingreso de esta enfermedad en el rodeo argentino tendrá efectos devastadores en la actividad.