Mientras el Gobierno nacional está en la cuenta regresiva con su paquete de medidas para transparentar la cadena comercial de la industria frigorífica bovina, la provincia de Buenos Aires busca acomodar sus fichas en este apartado.
Desde la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), se intimó a 285 frigoríficos, matarifes y mayoristas del comercio de carne, para que se inscriban como agentes de percepción del impuesto sobre los Ingresos Brutos. En un comunicado, el director del organismo recaudador Gastón Fossatti remarcó que “las empresas que incumplan esta responsabilidad serán inscriptas de oficio y deberán enfrentar multas de hasta $60.000 por la infracción”.
Así, se apunta a que cada vez que frigoríficos, matarifes y otros intermediarios efectúan ventas a mayoristas y minoristas, tengan la obligación de realizar percepciones en nombre del fisco provincial, que sirven como pago a cuenta de Ingresos Brutos. La medida también alcanza a comisionistas, abastecedores, consignatarios y demás intermediarios que comercializan carne en el mercado interno, más allá de que vendan a mayoristas o minoristas.
La alícuota que estas empresas deben percibir al comprador es del 1,75% sobre el valor de venta, siempre y cuando el contribuyente que adquiere la carne se encuentre inscripto en Ingresos Brutos. En caso de que no lo esté, ese proporcional sube al 8%, en tanto que quienes aparecen registrados con alícuota cero en el padrón de contribuyentes que elabora mensualmente ARBA no son sujetos pasibles de percepción.
Por su parte, todos los comercios minoristas deben estar inscriptos como contribuyentes y abonar el Impuesto sobre los Ingresos Brutos con una alícuota de 2,5%, computándose a favor de las carnicerías las percepciones que hubiesen tenido en sus compras